Descubre sus secretos

En realidad este es el título del libro escrito por Jay H. Baker Retail y el Verde Group, una firma consultora en marketing de Toronto. Pero seguramente es el más apropiado para los conceptos que manejaré, hoy en esta que quiere ser, sin pretensión alguna, una mini guía explicativa del por qué hombres y mujeres compran de manera diferente. ¿Necesitas comprar un traje para caballero? La mayoría de las veces bastará con usar una de las entradas principales de cualquier tienda departamental y ¡listo! Trajes de caballero en todos los colores, talas y marcas estarán disponibles en la misma área.

 Pero una mujer tendrá que hacer mucho más ejercicio en la búsqueda de un nuevo atuendo. El recorrido para ella será mucho más largo. Luego de pasar por la puerta de entrada, atravesará el laberinto de perfumes y cosméticos alejándose del departamento para caballeros, pasando por los zapatos y las carteras al pié de las escaleras mecánicas. Cuando al fin llegue al nivel indicado, dedicado casi completamente a ellas, tendrá la oportunidad de examinar la vestimenta casual y los vestidos de noche con lentejuelas antes de encontrar la sección de su marca preferida. 

 ¿Entonces? ¿Puede una mujer llegar a su destino sin comprar algo en el camino? Los expertos de las tiendas departamentales piensan que no. En cambio, ¿Llegaría un hombre a esta remota esquina para buscar un traje de diseñador? Al parecer es una probabilidad muy escasa! Las tiendas realmente competitivas saben que mientras que a las mujeres les gusta la búsqueda, a los hombres les gusta llegar al blanco. 

La mayoría de los hombres encuentran absolutamente tedioso el tener que maniobrar por todo el centro comercial. De hecho, las tiendas departamentales atraen a los hombres con una presentación del tipo entrada-fácil y salida rápida, mientras que también atraen a las mujeres en su anhelo de una compleja experiencia sensorial. Los hombres y las mujeres son diferentes. Ya nos dijeron una vez que unos vienen de Marte y otras de Venus, y que seguramente el “cableado” es distinto, ni mejor, ni peor, simplemente distinto. 

 Percibimos, pensamos comunicamos y respondemos al mundo de una manera diferente. Los científicos han demostrado que los hombres y las mujeres usan diferentes partes de sus cerebros y por consiguiente, se comportan de manera distinta en una gran variedad de situaciones, incluyendo las formas en las que compran y consumen productos. Si el impulso de comprar está escrito en el código genético del as mujeres, los científicos deberían investigar el cromosoma X para encontrar el gen de las compras. Doblemente bendecidas con la X, las mujeres hoy en día controlan el 83% de todas las compras de los consumidores. Y estos productos no se limitan a vestidos y perfumes.

 La mayoría de las computadoras domésticas , autos nuevos y servicios para la salud son comprados por mujeres. Inclusive han llevado su destreza por las compras al mundo empresarial, en el que ocupan la mayoría de las posiciones de gerentes y agentes de compras. Las mujeres no sólo compran la mayor cantidad de productos de alto precio, sino que también tienen el dinero para gastar. Por primera vez en la historia, la mayoría de las mujeres con más de cuarenta años tienen sus propios fondos. Combinando este poder individual con el hecho de que de que la mujer tiende a vivir un quince por ciento más de su esposo, concluiremos que el dinero se irá directo a un nuevo par de zapatos sin que esto represente un gran problema. 

 Aunque las estadísticas anteriores defienden la idea de que los comerciantes tienen que hacer una mejor tarea al momento de diseñar y mercadear sus productos y servicios para atraer mujeres, también hay suficiente espacio para mejorar las ventas dirigidas a los hombres. Es posible que los hombres sean compradores más predecibles que las mujeres pero de ninguna manera son una venta fácil. ¿Pero a que se debe este “ método” distinto en la manera de comprar? El hombre primitivo cazaba y lo hacía en pos de algo muy específico: comida. La cacería era un ejercicio estratégico que exigía decisiones rápidas y exigía absoluto silencio.

Mientras las mujeres desde los tiempos de los tiempos realizaban multitareas: mantenían la hoguera encendida, los niños alejados del fuego, recolectaban yerbas y semillas, hacían vestimenta con las pieles y esto por solo nombrar algunas . Al parecer es precisamente esta memoria ancestral del “cómo” y “cuántas” cosas hacer la que determina inclusive la manera de comprar de hombres y mujeres. 

Es por esta razón que mientras un hombre irá directamente hacia su objetivo de compras, la mujer lo hará hablando por teléfono o con una amiga, empujando el coche del bebé, probando la textura de la última crema de una renombrada marca y realizando varias compras mientras llegue al objetivo final. La mujer se desplazará por toda la tienda, aún sin ser “necesario” por no decir todo el centro comercial, mientras que el hombre no necesitará y no querrá hacerlo.

Alguna vez te has preguntado ¿por qué en las tiendas departamentales las líneas de perfumes están expuestas en la entrada principal? Aunque el ochenta y tres por ciento del estimulo comercial nos llegue por a través de los ojos, el olor es el gatillo más poderoso para desencadenar emociones. Setenta y cinco por ciento de las emociones que producimos diariamente son afectadas por el olfato.

 Una ves más los expertos confían que los clientes seducidos a entrar por estos aromas se quedarán los suficiente como para realizar una compra. Pero aquí también él y ella tienen su “diferencias” el aroma de vainilla parece impulsar a las mujeres hacia las compras, mientras mantiene la cartera de lo hombres en su lugar. En cambio son los aromas de especias que al parecer desencadenan el comprador interno que al fin y al cabo todo hombre también lleva por dentro. Sea como sea una vez más nos encontramos delante a unas de esas diferencias que hacen que los géneros sean tan extraordinarios por precisamente gracias a estas. 

 La próxima ves que te encuentres de compras, gasta algunos minutos de tu tiempo en observar las compradoras y los compradores a tu alrededor y comprobarás todo lo cierto de este artículo. Claro está esto vale solo para ellas. Ellos se concentrarán en el objetivo único. Por Franca Ceccarelli