Como bien dice el refrán, "la cara es el espejo del alma" y en belleza esto se traduce en que si nos cuidamos y estamos guapas por fuera nos sentiremos mejor con nosotras mismas y los demás también lo notarán. Por ello, es importante saber para qué sirve cada cosmético y cada crema con el fin de aplicarlos según nuestras necesidades.

Afortunadamente, hoy en día el mundo de la cosmética contiene miles de fórmulas entre las que seguro que encontraremos la ideal para nuestro tipo de piel. En este reportaje intentaremos resolver todas vuestras dudas.

Limpiar, exfoliar e hidratar
Nuestra cara es una de las partes de nuestro cuerpo que más expuesta está a las inclemencias del tiempo. A esto hay que añadirle que se trata de una piel mucho más delicada. Por todo esto, deberemos ser constantes en su cuidado y escoger productos específicos para ello. El primer paso y quizá el más imprescindible de todos es la limpieza diaria. Para ello podemos hacer uso de geles o jabones específicos, pero siempre buscando no irritar y buscar una fórmula que se adecúe a nuestro tipo de piel.

A esto le sigue la exfoliación, que resulta muy necesaria para conseguir liberar nuestro rostro de todas esas pequeñas impurezas que tanto pueden deslucir nuestra apariencia. Para hacerlo, debemos escoger un exfoliante suave, ya que los de grano están totalmente desaconsejados a diario por ser demasiado agresivos. Se suelen aplicar con la piel aún húmeda y sin frotar.

La rutina diaria no debe prescindir nunca de un buen hidratante. En este paso también hemos de buscar el que mejor se adapte a nuestra piel, ya que las necesidades varían mucho dependiendo de si nuestra piel es seca, grasa, mixta o excesivamente sensible. El momento ideal para hidratar nuestro cutis es por la mañana y al finalizar el día, pero siempre con la piel limpia y preparada. Igualmente, tampoco debemos olvidar hidratarnos por dentro bebiendo los dos litros de agua recomendados y comiendo de manera saludable y equilibrada.

  
No te olvides de desmaquillarte
De la misma manera que muchas de nosotras no somos capaces de salir de casa sin darnos unos retoques de maquillaje, no deberíamos nunca irnos a la cama antes de limpiar bien nuestra piel en profundidad. Para ello, existen multitud de productos en diferentes formatos: cremas, lociones, tónicos, cómodas toallitas...

Lo mejor es aplicarlos con discos desmaquillantes suaves para evitar erosionar demasiado la piel y tomárnoslo con calma para eliminar bien todos los restos. También es bastante recomendable hacernos con un producto específico para los ojos, ya que esta zona es mucho más sensible y puede enrojecerse en exceso al tratar de limpiar las últimas señales de nuestra máscara de pestañas.

Antiarrugas, contorno de los ojos y demás
El tiempo es uno de los principales enemigos de nuestra belleza, siendo la aparición de las primeras arrugas el temor más común a partir de cierta edad. Dicho esto, es muy importante empezar a utilizar buenos productos antiage cuanto antes para ponerles freno, ya que una vez que hayan aparecido, es más difícil erradicarlas. Expertos en belleza recomiendan comenzar con este tipo de cosméticos a partir de los 25 años, ya que a esta edad es cuando se empieza a perder el colágeno natural de nuestra piel.

 En cuanto a los ojos, siempre debemos seguir unas indicaciones específicas para el área que les rodea, siendo totalmente desaconsejado utilizar los mismos productos con los que mimamos el resto de nuestro cutis. Pensadas para reducir las ojeras, prevenir las famosas 'patas de gallo' y las bolsas de los ojos, encontramos los diversos productos para el contorno, que deberemos aplicar con cuidado y sin presionar demasiado la dermis.

Por otro lado, nuestros labios también merecen un cuidado especial, por lo que no debe faltarnos un buen bálsamo labial en nuestro neceser. Asimismo, es muy útil exfoliar esta superficie una o dos veces a la semana para tratar de que las antiestéticas pieles que suelen aparecer por excesiva sequedad, puedan estropear nuestro rostro y posterior maquillaje.

Por último, haciendo una puntualización en la lista de los imprescindibles, deberíamos también incluir un tónico, esencial para cerrar los poros y que éstos puedan infectarse y terminar por generar granitos indeseados. Este producto se suele aplicar antes de la hidratación y tras una buena limpieza y exfoliación.

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