Evita que el deseo de ingerir caldos calientes para sobrevivir al frío te lleve a ganar "michelines"
Sí, sabemos que hace frío ahí fuera, pero no dejes que esto sea una excusa para engordar. ¿Por qué en invierno engordamos más? Una de las teorías que circulan por ahí es que en su día, cuando el ser humano tenía que buscarse la comida para sobrevivir, estaba preparado para acumular más grasa, ya que tenía que sobrevivir mientras escaseara la comida, que probablemente era hasta la primavera. Otra teoría asegura que es totalmente psicológico: Asociamos sopas y caldos pesados con el frío invernal, y esto activa nuestras reservas de grasa.

El hecho es que cuando hace frío fuera de casa, de forma casi instintiva queremos ingerir comida que nos mantenga “calientes”. Lo que buscamos es el calor, no la grasa. 

Lo más inteligente, por tanto, sería que intentarás buscar alimentos ligeros en vez de alimentos que engorden cuando busques calor . Es decir, sería preferible una sopa de verduras antes que una crema grasienta, o pollo y patatas al horno mejor que pollo y patatas fritas y aceitosas. 

Ah, y no pases del gimnasio sólo porque te cuesta salir de casa. Aunque es cierto que estamos menos activos cuando hace frío, si haces ejercicio de forma regular, tu metabolismo se mantiene activo, y de esta forma te resultará más sencillo quemar incluso las calorías “inesperadas”.
womenshealth.es

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