Existen formas naturales y efectivas para recuperar la tonicidad cutánea, así como la elasticidad y la luminosidad. Los ejercicios y masajes faciales son los mejores aliados para lograr una piel joven sin pasar por el quirófano.

Los ejercicios para los ojos y para el cuello que provienen de técnicas de yoga son muy adecuados para prevenir y retardar el envejecimiento. Se sabe, el yoga pone su énfasis en aprender a oxigenar el cuerpo y esto favorece la vitalidad de la piel. Además, con sus posturas ayuda a la eliminación de los productos de desecho que envenenan el organismo, así como recomienda una alimentación nutritiva. Acaba con el cansancio, la tensión, la rigidez, lo que conduce a recuperar la lozanía cutánea de manera natural.

El envejecimiento es inexorable y hay quienes están dispuestos a todo para retrasarlo. Algunas mujeres y aún los hombres afrontan los riesgos de una cirugía estética con tal de verse más jóvenes. O recurren a la botulina o botox, una infiltración que se realiza por debajo de la piel y tensa los músculos durante unos seis meses. Son procedimientos caros, que deben llevarse a cabo por profesionales especializados.

Con la cirugía desaparecen algunas arrugas al menos por un tiempo, pero no siempre se logran los resultados esperados. Muchos se miran al espejo tras haberse sometido a un procedimiento de intervención quirúrgica estética y se ven antinaturales, como si se hubiesen puesto una especie de máscara.

En cuanto a la botulina, puede ayudar a disimular las arrugas más notables aunque se provoca una contracción e inmovilización muscular en la zona inyectada, que tampoco propicia el aspecto natural. Lo positivo de utilizar botulina es que no se extrae piel y no requiere un proceso de cicatrización. Lo negativo, es que los músculos permanecen tensos y no permiten la relajación. El rostro adquiere un aspecto severo por los rasgos endurecidos y carece de la gracia que proporcionan ciertos movimientos de expresión.

La piel está compuesta por colágeno y por elastina. El colágeno es una proteína que empieza a disminuir alrededor de los 25 años, lo que provoca que la piel adelgace en forma gradual, volviéndose cada vez más flácida a la vez que menos resistente. Las fibras de elastina son proteínas que aportan elasticidad. Por lo que otro de los modos de frenar el proceso de envejecimiento es utilizando cremas que posean en su composición colágeno y elastina. Las cremas pueden ser útiles, aunque siempre es mejor colaborar para que resulten más efectivas. ¿De qué manera colaborar? Con los masajes y ejercicios faciales se puede ayudar a que penetren mejor los productos cosméticos, a la vez que a fortalecer los músculos como para mantener delineado el contorno de la cara e impedir partes fofas.

La gimnasia facial ha demostrado ser un procedimiento efectivo, siempre que se la practique con regularidad y siguiendo una rutina. Lo interesante es que la gimnasia facial revitaliza la piel, los músculos y hasta la parte ósea. Así como cuando hacemos gimnasia corporal con regularidad rejuvenecemos el cuerpo y la mente, con la gimnasia localizada específicamente en el rostro y el cuello renovamos la parte más visible que tenemos los seres humanos.

Con la gimnasia facial restituimos firmeza a la piel y la volvemos más luminosa, porque activamos células, tejidos, músculos, huesos. Con la gimnasia facial se provoca un drenaje linfático de los tejidos que permite que desaparezcan los párpados hinchados y las ojeras, signos visibles que junto con las arrugas no hacen otra cosa más que sumar años.

Podríamos decir que la gimnasia fácil es anti radicales libres, porque colabora para disminuir el proceso de oxidación y de esa manera desacelera el envejecimiento prematuro. 
Por Andres